Los espectadores habrían visto en este éxito de Netflix un gran parecido físico y en los gestos. Hacen a muchos pensar que realmente son familia.
Ser actor es algo más complicado de lo que muchos piensan, y es que hace falta algo más que una cara bonita y un cuerpo perfecto. Es necesario poder llevar al personaje con facilidad y además, las relaciones del mismo, como si se tratara de una segunda vida.
Un par que las personas han estado elogiando durante los últimos días, son los personajes de Sex Education, Adam Groff y su padre, el exdirector de Moordale, Mr. Groff.
Y es que con el estreno el pasado viernes de la tercera temporada, muchos se han preguntado si realmente tienen algún parentesco en la vida real. Sin hacer spoilers, le comentamos que ambos tienen los mismos problemas, uno generacional que apenas se está corrigiendo.
Pero la forma en la que lo expresan es algo duro, logrando que a pesar de la brecha de edad, muestren cómo lidian con la misma situación a través de gestos que de ser una familia real, fuesen heredados.
En Twitter, algunos se han puesto a decir que es “el casting perfecto”, entre un padre y un hijo para una serie de televisión. No sabemos si practican juntos, pero ambos logran expresar lo que sienten de una forma bastante exacta y eso todos lo perciben.
Claramente cuando dicen que son los mejores padre e hijo, no se refieren a una buena relación entre ellos, sino que los gestos pueden ser muy iguales.
El actor del señor Groff, Alistair Petrie dijo a LADBible que Connor Swindells (Adam Groff) no es su hijo de sangre, aunque en el set son muy unidos. El actor no creía que eso fuera uno de lo más buscado en internet sobre el programa de Netflix. Lo cierto, es que desde el estreno de la tercera temporada, Sex Education, se encuentra de primer lugar en varios países de Latinoamérica por lo que verla es algo que deberían hacer si aún no lo han hecho.

Fuente: Upsocl, Diverso Ecuador